We're just two lost souls swimming in a fish bowl, year after year.
Running over the same old ground, what have we found? The same old fears. Wish you were here.


lunes, 20 de mayo de 2013

Te desconozco.


Sólo te conozco por mis sueños y por lo que cuentan de ti. Tengo que decírtelo: tu omnipresencia me ahoga.
Eres el secreto que todo el mundo sabe, eres el miedo, aunque seas frágil. Para mí eres más que un nombre, pero con él puedo resumirlo todo.
Pensar en ti es sentirme pequeña y, a pesar de ello, todos dicen que debería sentirme grande.
Eres un escondite, una mirada fugaz, que huye, que niega y que miente.
Eres un fantasma que se vuelve real de noche, cuando se mezcla en mis sueños y toma el papel de protagonista. Eres ella. Eres algo, pero no sabría explicar qué.
Eres, y eso es lo importante. Eres sin necesidad de verte u oírte, pero más cuando eso ocurre.
Eres una delgada amenaza con la mente del todo opaca, para dar más miedo aún. No sé qué piensas, no sé qué eres, pero eres.
Las hebras del amor y el odio son una trenza apretada en ti, aunque yo no te ame ni tú a  mí tampoco. A veces la diferencia es imposible de apreciar.
Sé que te odio, ¿lo sabes? Tú finges no hacerlo, pero lo haces. Sabes que me odias, lo sé.
Nuestro vínculo se olvida con los días, pero pesa de nuevo cuando te distingo entre la gente. Me pesa en la cabeza y en los brazos, porque no tengo la fuerza necesaria para alejarte.
Alguien en mí quiere aplastarte, no soporta tu figura permanente y sufre esa horrible sensación de tenerte tan cerca, tan presente.
Alguien en mí te teme, no quiere mirarte a los ojos, pero lo hace, mas no se encuentra contigo, porque ya no estás ahí.
Alguien. Ésa eres tú. ¿Qué soy yo para ti? ¿Soy?
Tú eres. Eres un espejismo y una idea, eres una desconocida y una enemiga, una derrota transformada en victoria pero con sabor a vacío.
Cinco letras, una tilde, una ciudad, una estación, un pintor, una canción, un idioma, un color, una foto. Puedes ser cualquier cosa.
Nos conocemos menos de lo que parece, pero mucho más de lo que a mí me gustaría y, sin embargo, siento una curiosidad hiriente.
Para mí... Eres mucho para mí. Eres silencio frente a una puerta cerrada.
Conozco a muchas personas pero pienso en ti más que en la mayoría de ellas. Te siento en el estómago y en la garganta. Te siento en las pupilas cuando finges no verme. Puedo sentirte en la lengua cuando me cuesta pronunciar tu nombre. Te siento y no me gusta sentirte.